Esta forma precaria de almacenamiento facilitaba la circulación del aire, pero también originaba pérdidas en caso de lluvias o por la acción de insectos o roedores. Paulatinamente se fue adquiriendo noción de que si se cosechaba el grano anticipadamente, disminuían las pérdidas. En forma paralela, el alto costo de la bolsa y del manipuleo hicieron que la cosecha a granel se generalizara hasta imponerse definitivamente.
Se llama acondicionamiento a las tareas necesarias para poner a la mercadería en situación correcta de almacenamiento que, como se ha dicho, se realiza a granel. Los granos deben almacenarse limpios, secos, y a bajas temperaturas.
Cuanto más limpio se almacene el cereal, existirán menos posibilidades de deterioro.La limpieza no solo consiste en eliminar el polvo o los cuerpos extraños sino también en separar de la masa de cereales los granos partidos. La limpieza constituye, entonces, una tarea imprescindible para el almacenamiento del cereal en correctas condiciones. Ésta se efectúa con máquinas zarandeadoras - ventiladoras que utilizan para cada grano diferentes mallas.
Se llama así al proceso mediante el cual se elimina una determinada cantidad del agua que contiene el grano y que se considera perjudicial. Lleva implícita la tarea de entregar la mercadería a una temperatura que no exceda los 5º C. a la temperatura del ambiente. Se ha comprobado experimentalmente que un grano con temperatura mayor que la del ambiente debe almacenarse con menos humedad que otro que se almacene con menor temperatura. A menor temperatura el grano tolera mayor humedad. La tarea de secar los granos es delicada y determina en definitiva la buena o mala calidad final del producto.
Las humedades óptimas de almacenamiento para nuestros cereales son: